. "VV.AA.. Reino y ciudad. Valencia en su historia = Regne i Ciutat. Val\u00E8ncia en la sua hist\u00F2ria. Madrid: Fundaci\u00F3n Caja Madrid, 2007. p. 516- 517, il.132; El siglo XVIII supuso el auge de los telares y sedas valencianas, que, aunque empez\u00F3 a finales del XVII, no fue hasta terminar la guerra de Sucesi\u00F3n cuando comenz\u00F3 a desarrollarse con plenitud. Buena parte de este auge se debe a las medidas impulsadas por los Borbones, que intentaban modernizar las estructuras productoras espa\u00F1olas. Por ello, Valencia alcanz\u00F3 un gran n\u00FAmero de telares: de los 926 en 1686, se pas\u00F3 a m\u00E1s de dos mil en la d\u00E9cada de 1720, llegando hasta los tres mil cuatrocientos diecinueve en 1738, con el consiguiente aumento d ela producci\u00F3n de la seda y de los tejidos. El siglo XVIII, dentro de las manufacturas textiles, es conocido por la variedad y riqueza de sus decoraciones, ya desde la primera d\u00E9cada del siglo con el desarrollo de las llamadas sedas bizarras, pasando a un mayor naturalismo que continuar\u00EDa hasta principios del siglo XIX. As\u00ED los tejidos tend\u00EDan a representar elementos tomadods de la naturaleza, especialmente florales, organizados en l\u00EDneas onduladas o con motivos centrales (como es nuestro caso). Las telas segu\u00EDan de manera muy atenta las modas impulsadas por las seder\u00EDas francesas, especialmente las del centro sedero m\u00E1s importante, Lyon. Este desarrollo textil fue poco a poco ralentiz\u00E1ndose debido alas medidas proteccionistas, lo que llev\u00F3 al progresivo abandono del cultivo de la morera por la falta de beneficios, siendo sustituido por el cultivo del arroz. Ana Cabrera Lafuente \n; Madrid: Fundaci\u00F3n Caja Madrid [cat\u00E1logo de la exposici\u00F3n celebrada en el Centro del Carmen, Museo de Bellas Artes de Valencia. 18 de abril - 15 de julio de 2007].."@es . . . "VV.AA.. Reino y ciudad. Valencia en su historia = Regne i Ciutat. Val\u00E8ncia en la sua hist\u00F2ria. Madrid: Fundaci\u00F3n Caja Madrid, 2007. p. 516- 517, il.132; El siglo XVIII supuso el auge de los telares y sedas valencianas, que, aunque empez\u00F3 a finales del XVII, no fue hasta terminar la guerra de Sucesi\u00F3n cuando comenz\u00F3 a desarrollarse con plenitud. Buena parte de este auge se debe a las medidas impulsadas por los Borbones, que intentaban modernizar las estructuras productoras espa\u00F1olas. Por ello, Valencia alcanz\u00F3 un gran n\u00FAmero de telares: de los 926 en 1686, se pas\u00F3 a m\u00E1s de dos mil en la d\u00E9cada de 1720, llegando hasta los tres mil cuatrocientos diecinueve en 1738, con el consiguiente aumento d ela producci\u00F3n de la seda y de los tejidos. El siglo XVIII, dentro de las manufacturas textiles, es conocido por la variedad y riqueza de sus decoraciones, ya desde la primera d\u00E9cada del siglo con el desarrollo de las llamadas sedas bizarras, pasando a un mayor naturalismo que continuar\u00EDa hasta principios del siglo XIX. As\u00ED los tejidos tend\u00EDan a representar elementos tomadods de la naturaleza, especialmente florales, organizados en l\u00EDneas onduladas o con motivos centrales (como es nuestro caso). Las telas segu\u00EDan de manera muy atenta las modas impulsadas por las seder\u00EDas francesas, especialmente las del centro sedero m\u00E1s importante, Lyon. Este desarrollo textil fue poco a poco ralentiz\u00E1ndose debido alas medidas proteccionistas, lo que llev\u00F3 al progresivo abandono del cultivo de la morera por la falta de beneficios, siendo sustituido por el cultivo del arroz. Ana Cabrera Lafuente \n; Madrid: Fundaci\u00F3n Caja Madrid [cat\u00E1logo de la exposici\u00F3n celebrada en el Centro del Carmen, Museo de Bellas Artes de Valencia. 18 de abril - 15 de julio de 2007].."@es .