Medallón bordado en oro y sedas de colores, con representación de San Roque, santo protector de la peste, con la iconografía propia del mismo. Se dispone de pie y viste túnica azul y manto rojizo; con una mano sujeta el bordón de peregrino, mientras que con la otra levanta sus ropas y deja al descubierto toda su pierna derecha, para mostrar sus llagas. Un ángel de pequeñas proporciones se inclina ante él y le cura las heridas. A la derecha del santo se sitúa un perro con un pan en la boca. La escena se desarrolla en medio de paisaje rocoso y con montañas al fondo, bajo un cielo azul.
Rodea la representación una ancha cenefa de tipo renacentista, constituida por círculos y roleos enlazados.
Aplicado a un tejido de fondo, debió formar parte de algún ornamento o paño litúrgico.