Retrato de Alfonso XIII niño ataviado a la japonesa. Se trata de una composición fotográfica con retoques pictóricos en el rostro de la figura.
Es muy probable que se realizara hacia 1894 para decorar las paredes del Palacio de Miramar de San Sebastián, donde ha estado conservada hasta su llegada al Museo Nacional de Artes Decorativas.
Desde mediados del siglo XIX eran populares en Europa las prendas asiáticas. La Exposición Universal de Barcelona en 1888 ejerció una gran influencia en la vestimenta de la burguesía intelectual.