La forma general de la silla responde a modelos ingleses, donde se introduce la forma de la pata cabriolé alrededor de 1700, con ensanchamiento de las rodillas poco después. La forma rectangular del respaldo con el calado de la pala central se extienden en Inglaterra alrededor de mediados del siglo XVIII, en parallela a la introducción de la influencia francesa de la ornamentación de rocallas [Edwards, Ralph ((1964) 1986), A Shorter Dictionary of English Furniture, Frome, Londres, "Cabriole": 110; "Chairs": 143-146]. Sillas inglesas se importan a España desde Londres a partir de la segunda década del siglo, generalmente a través del puerto de Cádiz. Los modelos se copian pronto, sobre todo en Andalucía, su lugar de llegada a la península, y el resto de ella [Rodríguez Bernis, Sofía 2006, Diccionario de Mobiliario, s.l., "Silla a la inglesa": 302; o Junquera, Juan José 1990, "Mobiliario en los siglos XVIII y XIX", en: Mueble Español. Estrado y Dormitorio (cat. exp.) Madrid: 140-141; o Piera, Mónica; Mestres, Albert 1999, El Mueble en Cataluña. El espacio doméstico del Gótico al Modernismo, Manresa, Barcelona: 138].
Dado que el presente modelo origina en su país de orígen alrededor de mediados del siglo, ésta sería su fecha post quem, posiblemente algo más tarde. Su ejecución es de calidad mediana, con partes compuestos de varias piezas en vez de utilizar enterizas.