Esta representación de la Visitación constituye la tercera escena que decora este teatrino en el que se han representado distintos episodios de la vida de la Virgen alojados en pequeñas hornacinas. La escena transcurre en un exterior. La Virgen y Santa Isabel se dan un abrazo mientras el marido de esta última, Zacarias, contempla la escena desde la puerta de su casa.