El mueble pertenece al grupo de escritorios con decoración arquitectónica mediante el empleo de elementos de hueso embutido y aplicado en forma de pequeña columna torneada, que tradicionalmente y según las fuentes documentales, fue fabricado en Castilla, a partir de los inicios del siglo XVII. El presente ejemplar coincide con su decoración, los materiales y las técnicas empleadas al grupo, aunque la ejecución mecánica de todas las partes constructivas y la escasa calidad de las guarniciones metálicas como del dorado y de las molduras de estuco fechan la pieza a finales del siglo XIX o principios del XX, como ejemplar historicista siguiendo el modelo tradicional de Bargueño castellano.