P3 has note
| - Por las características técnicas y decorativas se puede incluir en el grupo de tejidos "de encaje" o "a dentelle". Este tipo de tejidos se caracterizan por el uso de una decoración en la que se combinan motivos vegetales esquemáticos dispuestos de modo simétrico en torno a un eje vertical, que están contenidos en franjas que imitan motivos de encajes. Esta tipología apareció hacia 1690 recuperando los motivos vegetales enmarcados característicos de fines del siglo XVI, pero renovada a través de la inclusión de los encajes. Tuvieron un gran éxito en la década de 1690 y en la de 1720, si bien en esta época los motivos vegetales abstractos fueron progresivamente sustituidos por motivos florales, hasta que hacia 1730 las flores pasaron a ocupar la parte fundamental de la composición (tejidos naturalistas). Este tipo de tejido era emblemático del progreso técnico que había alcanzado la industria textil europea durante la segunda mitad del siglo XVIII, especialmente en Lyon, principal centro inspirador de las novedades de la época. También en Venecia era posible producir tejido complejos brocados con tramas plateadas o doradas denominados tejidos "a pizzo", capaces de competir en calidad y diseño con las producciones francesas. A nivel técnico, la mayoría de estos tejidos consisten en un lampas con tramas decorativas liseré y espolinadas de hilo metálico. A la particularidad técnica debida a la importante presencia del hilo metálico, se añade la novedad de la decoración de flores y frutos exóticos que se desarrollan en vertical de modo ondulado. La gran dificultad técnica que entrañaba su fabricación puso las bases para que se pudieran hacer los tejidos "bizarros". Se utilizaban principalmente para indumentaria masculina y femenina. En el caso concreto de este tejido, el orillo que conserva y las dimensiones aproximadas del ancho de telar (Según P. THORNTON, 1965, p. 44, el orillo más característico de las manufacturas lionesas era el de seda en su color y amarillo verdoso, y respecto a las dimensiones del ancho de telar, aunque no conserva los dos orillos, la medida de 52 cm. se aproxima mucho a la de 54 típica de los telares lioneses) permiten atribuirlo a talleres lioneses.
THORNTON, Peter, Baroque and Rococo Silks, Londres, 1965. (es)
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